Para comprender qué son las lesiones nerviosas, cómo se generan y sus tratamientos, es necesario tener claro qué son los nervios. Según la Real Academia de la Lengua Española son un “conjunto de fibras nerviosas en forma de cordón blanquecino, que conducen impulsos entre el sistema nervioso central y otras partes del cuerpo”. Los nervios transmiten información desde y hacia el cerebro para lograr los movimientos; sentir la temperatura; y sentir dolor o presión, lo cual se logra a través de las ondas eléctricas que transmiten.
Los nervios se dañan fácilmente. Cuando uno o más de estos se lesionan, se conoce como lesiones nerviosas y pueden afectar la capacidad con la que el cerebro se comunica con los músculos y órganos. Algunas de sus causas pueden ser: accidentes que generen cortes o laceraciones e inclusive caídas que estiren o compriman los nervios, enfermedades como la diabetes o el síndrome del túnel carpiano y causas como desequilibrios hormonales, entre otras.
Cuando una persona experimenta algún tipo de lesión nerviosa puede sentir debilidad y, con esta, dificultades para realizar movimientos en la parte del cuerpo afectada; otras personas pueden sentir entumecimiento que trae consigo pérdida de la sensibilidad y atrofia muscular, sin embargo, esto depende del tipo de nervio afectado, por ejemplo, una lesión en los nervios motores, que son los que se utilizan para hablar, caminar o sostener objetos con las manos, pueden generar calambres, contracciones musculares y debilidad en los músculos. Así mismo, las lesiones en los nervios autonómicos, que son los utilizados para realizar funciones como la respiración, la digestión de alimentos o la función cardiaca, pueden generar exceso de sudoración, cambios en la presión arterial y enfermedades gastrointestinales.
Por otro lado, las afectaciones en los nervios sensoriales, que son los que se utilizan para transmitir información relacionada con la temperatura o el dolor, pueden generar dificultades para mantener el equilibrio, caminar, sentir dolor o sentir la temperatura de objetos, que pueden generar quemaduras.
Las lesiones nerviosas menores pueden recuperarse sin tratamiento, sin embargo, otras lesiones en las que los nervios resultan lacerados o cortados, necesitan una intervención quirúrgica a través de la cual se repararán o reconstruirán.
En cualquier caso, las lesiones en los nervios pueden limitar las actividades diarias y es de suma importancia recibir atención en el menor tiempo posible, ya que un oportuno tratamiento médico puede prevenir complicaciones y daños permanentes en el área afectada. Es importante aprender a identificar los síntomas y solicitar revisión con un especialista.
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