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Conductos ajustables para regeneración guiada de nervios periféricos reparados mediante andamiaje laminar de colágeno tipo I
La escasez de nervios donantes ha llevado al desarrollo de conductos nerviosos que conectan muñones de nervios periféricos seccionados y ayudan a prevenir la formación de neuromas. A menudo, los diámetros estándar de estos dispositivos no se pueden adaptar en el momento de la cirugía al diámetro del nervio lesionado. En este trabajo, se desarrollaron andamios para formar conductos nerviosos rellenos con una matriz interna con canales unidireccionales cubiertos por una zona de poros multidireccionales.
Las dispersiones de colágeno tipo I (5 mg/g y 8 mg/g) se congelaron secuencialmente usando diferentes métodos para obtener seis andamios laminares (P1 a P5) formados por una zona de canal/poro unidireccional (U) adyacente a un poro multidireccional (M). zona. Se determinaron y compararon las propiedades fisicoquímicas y microestructurales de los andamios, así como su biodegradabilidad, glutaraldehído residual y citocompatibilidad. Asimismo, se determinó el módulo de Young de los conductos fabricados al enrollar los andamios bizonales desde la zona unidireccional a la multidireccional. Con base en estas comparaciones, la proliferación y diferenciación de hASC se evaluaron solo en los andamios P3. Las células se adhirieron, se alinearon en la misma dirección que las fibras porosas unidireccionales, proliferaron y se diferenciaron en células de tipo Schwann. Se implantaron conductos ajustables fabricados con el armazón P3 en lesiones del nervio ciático de ratas de 10 mm para comparar su rendimiento con el de las lesiones autólogas del nervio ciático injertado. Los resultados in vivo demostraron que el conducto probado se puede adaptar al diámetro de los muñones nerviosos para guiar su crecimiento y promover su regeneración.
Microcirugía Reconstructiva
Las transferencias libres de tejidos son por naturaleza técnicamente complejas, por las condiciones de infraestructura y equipos que se requieren y porque cada caso clínico varía por la localización de las lesiones, así como la cantidad y tipos de tejidos necesarios para transferir. Otra característica es que la reconstrucción con colgajos libres es un proceso tridimensional que requiere considerable planeamiento preoperatorio. El mejor sitio donante debe ser escogido y el colgajo precisamente diseñado para cumplir las necesidades del sitio receptor. Igualmente estos tipos de cirugías son diferentes porque se trabaja en dos campos quirúrgicos separados durante una porción de tiempo importante en cada uno de ellos y requiere de un esfuerzo en equipo con una adecuada organización
Lesiones por extravasación de líquidos endovenosos
La extravasación de líquidos endovenosos e intraarteriales en la mayoría de casos se presenta con daño de los tejidos y alteraciones funcionales que dejan secuelas permanentes. Estas condiciones son más frecuentes en niños, ancianos o pacientes inconscientes. El Cirujano Plástico debe liderar el manejo de está patología, para realizar un manejo precoz y evitar repercusiones funcionales importantes. Es importante conocer las diferentes modalidades de tratamiento y medidas preventivas.
Conexiones anatómicas entre nervios mediano y cubital
El objetivo de este estudio fue describir disecciones anatómicas para determinar la prevalencia de conexiones entre los nervios mediano y cubital en la población de estudio y crear un mapa topográfico de superficie de las cuatro conexiones.
Métodos: Se diseccionaron 146 miembros superiores, de los cuales 12 (8,3%) eran miembros femeninos y 134 (91,7%) miembros masculinos. Se obtuvo un registro fotográfico correspondiente para su análisis y posterior estudio. Se utilizan como puntos de referencia la línea interepicondilar, la línea interestiloidea, la línea cardinal de Kaplan y el pliegue flexor proximal del primer dedo.
Resultados: se encontró conexión Martin-Gruber en el 56,5%, conexión Marinacci en el 6,5%, Berrettini en el 90% y Riche-Cannieu en el 88% de los casos. Tanto el origen como el punto de unión de las conexiones Martin-Gruber y Marinacci se midieron desde la línea interepicondilar, con una media de 77 mm para la primera y 74 mm para la segunda. La conexión de Riche-Cannieu se localizó a un promedio de 38 mm de la interestiloidea, 12 mm de la línea cardinal de Kaplan y 25 mm del pliegue flexor proximal del primer dedo. La conexión de Berrettini se ubicó a un promedio de 13 mm medidos desde la línea cardinal de Kaplan y a 32 mm de la interestiloidea, y su unión se ubicó a 31 mm y 50 mm, respectivamente.
Conclusión: Las conexiones entre el nervio mediano y el cubital son constantes y, además de los intereses anatómicos y académicos o explicar los hallazgos de "inervación compartida", estos hallazgos pueden servir en otras aplicaciones clínicas, lo que permite una mayor comprensión de su proyección topográfica superficial para futuras investigaciones.
Injertos y Colgajos
El cuidado de áreas cruentas o heridas de diferente origen implica no sólo su observación periódica, el control de su evolución clínica, la detección de complicaciones, la prevención de infecciones, la aplicación de productos y apósitos como parte de su tratamiento, sino también la evaluación objetiva para determinar en qué momento está indicado un procedimiento quirúrgico, que permita una recuperación más rápida y la restauración funcional y estética que se requiera.
En cualquier tipo de herida se debe evaluar la posibilidad de reconstruir con procedimientos quirúrgicos basados en dos conceptos muy importantes, injertos y colgajos. Los objetivos de este capítulo son conocer sus fundamentos, fisiología, forma de cicatrización, para luego describir su vigilancia y cuidado por parte de todo el personal de salud implicado en el tratamiento de lesiones y enfermedades que requieran dichos procedimientos.
Manifestaciones clínicas del síndrome de
Möbius: revisión exploratoria
El síndrome de Möbius hace parte de un grupo de trastornos genéticos conocidos como trastornos congénitos de denervación craneal (CCDD, por sus siglas en inglés). Se trata de una parálisis oculofacial congénita infrecuente, con pocos casos reportados desde su primera descripción por Von-Graefe, en 1880, y Möbius, 1888. Se estima su prevalencia entre 1 y 2 por cada 10.000 nacimientos, y afecta por igual a ambos sexos. Se caracteriza por una afectación de múltiples nervios craneales, más frecuentemente el VI y el VII par. Entre los signos y síntomas de mayor relevancia están la inhabilidad para realizar expresiones faciales y compromiso de la mirada conjugada. Se han estudiado múltiples posibles causas, pero no se ha determinado una etiología específica, entre ellas están los trastornos vasculares secundarios a medicamentos, tóxicos, fenómenos de la actividad uterina, así como la teoría familiar genética de herencia autosómica dominante. Es frecuente que este síndrome curse con malformaciones extracraneales, en particular de los miembros superiores. El diagnóstico, que es clínico, se hace, generalmente, en la infancia; sin embargo, es necesaria la confirmación imagenológica. Aunque la sintomatología no es progresiva, es indispensable que el abordaje sea multidisciplinario, incluida la valoración inicial por Neurología, genética, manejo quirúrgico por cirugía plástica, terapia física y rehabilitación neurológica.
después
Microcirugía en Heridas de Guerra
En trauma mayor y severo, como las heridas por proyectiles de arma de fuego y armas explosivas, la reconstrucción con colgajos libres microquirúrgicos es una herramienta muy importante. Hay tendencia a porcentajes más altos de falla de los procedimientos reconstructivos en este tipo de lesiones, comparado con patologías congénitas, cáncer o accidentes. Es importante que el personal médico involucrado entienda los diferentes factores que contribuyen al éxito o fracaso de los tratamientos instaurados.
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